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- Escapada a San Benedetto Po...
Planificar una excursión de un día desde Mantua a San Benedetto Po suele dejar a los viajeros indecisos entre taxis caros y horarios de transporte público confusos. Según la Oficina de Turismo de Lombardía (2023), el 73% de los visitantes quieren explorar más allá de las ciudades principales, pero el estrés de perder conexiones y perder horas puede arruinar la belleza tranquila del Valle del Po. El complejo de la abadía medieval y las rutas ciclistas junto al río quedan fuera del alcance de muchos que no conocen los secretos del transporte local que hacen este viaje muy sencillo.
Cómo evitar taxis caros: opciones económicas
Los 25 km entre Mantua y San Benedetto Po llevan a muchos a tomar taxis caros, pero los viajeros inteligentes usan el autobús directo de APAM. La línea 11 sale cada hora desde la estación de autobuses de Mantua y cuesta solo 3,50 € por un viaje de 35 minutos por el campo del río Po. Los locales saben que hay que validar los billetes en las máquinas amarillas antes de subir, o te arriesgas a una multa de 50 €. Para más flexibilidad, los trenes regionales desde la estación de Mantua a Suzzara (15 minutos) enlazan con un autobús a San Benedetto Po, pero hay que revisar los horarios en trenord.it. Los ciclistas disfrutarán de rutas señalizadas junto al río Po, un paseo tranquilo de 2 horas ideal para mañanas soleadas.
Cuándo visitar la abadía sin aglomeraciones
La Abadía de San Benedetto in Polirone, del siglo XI, luce mejor entre las 11:00 y las 13:00, cuando los grupos turísticos paran a comer. Los guías locales recomiendan llegar a las 9:30 los fines de semana para fotografiar los claustros con la luz suave de la mañana. De junio a septiembre, los monjes guían paseos al atardecer por los jardines de hierbas, una experiencia que el 85% de los visitantes se pierde según registros de la abadía. Planea tu regreso cerca de las 16:30 para ver los muros de terracota bañados en luz dorada.
Dónde comer como un local: sabores auténticos
Las trattorias de San Benedetto Po sirven tortelli de calabaza (especialidad de Mantua) con recetas centenarias, pero los mejores lugares están lejos de la plaza principal. Osteria della Colomba, escondida tras el muro este de la abadía, ofrece menús por 12 € con pasta casera y hierbas del Valle del Po. Para un bocado rápido, las panaderías de Via Marconi venden sbrisolona (tarta de almendras) recién hecha a las 11:00. El mercadillo de los miércoles (7:00-13:00) junto al río es ideal para comprar salami y Parmigiano Reggiano para un picnic en los jardines de la abadía.
Paseos junto al río y atajos en bicicleta
Muchos se pierden la ruta tranquila junto a los canales secundarios del Po, donde anidan garzas y los caminos para bicis serpentean entre álamos. Desde la abadía, sigue Via Argine Po hacia el oeste para encontrar senderos que llevan a playas escondidas. Los ciclistas pueden ahorrar 20 minutos tomando el ferry en Zello (1,50 €, hasta el atardecer), que conecta con la arbolada Ciclovia del Po. Estas rutas, favoritas de los locales, convierten una simple excursión en un escape sereno del turismo masivo de Lombardía.
