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Cada septiembre, los amantes de la literatura acuden a Mantua para el Festivaletteratura, pero muchos se marchan abrumados por las oportunidades perdidas. Con más de 50.000 asistentes y 200 eventos en los históricos espacios de la ciudad, los viajeros suelen perder un tiempo precioso descifrando horarios o haciendo cola para eventos masificados. La frustración de llegar en días tranquilos o perderse las apariciones de premios Nobel es real: una encuesta de 2022 reveló que el 43% de los visitantes primerizos lamentaron una mala planificación. Las lecturas íntimas en patios escondidos y los talleres con autores emergentes suelen pasar desapercibidos, mientras que los eventos en la plaza principal se llenan horas antes. Esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad se transforma en un paraíso para los amantes de los libros, pero sin la perspectiva local, podrías experimentar más el caos del festival que su magia.

Las mejores fechas para evitar aglomeraciones
El festival de cinco días sigue un patrón que los locales conocen bien. Mientras los fines de semana atraen multitudes por los autores más famosos, las mañanas del miércoles y jueves ofrecen momentos de tranquilidad para descubrir escritores emergentes. Los eventos al amanecer en el Palazzo Te (lecturas de poesía a las 7:30 AM) brindan una intimidad única antes de que los espacios abran al público. Los visitantes más astutos dividen su estancia: llegan a mitad de semana para disfrutar de sesiones más relajadas y luego se sumergen en el ambiente vibrante del fin de semana. El clima es clave; a principios de septiembre en Mantua pueden sorprender lluvias repentinas, por lo que las conferencias en el Teatro Bibiena a las 11 AM son un buen plan B. Los que busquen autógrafos deberían apuntar a las tardes del viernes, cuando las editoriales italianas montan puestos cerca de la Piazza Sordello.
Cómo crear tu itinerario literario como un local
Los callejones de Mantua esconden los tesoros más auténticos del festival, por lo que conviene planificar con estrategia. Empieza descargando la app oficial y filtra los eventos en 'cortile' (patios), donde se celebran encuentros íntimos con futuras estrellas literarias. Los locales priorizan espacios con acústica natural, como la Rotonda di San Lorenzo, donde las lecturas en voz baja se convierten en experiencias únicas. No te pierdas los 'incontro con' (encuentros con autores) en librerías independientes como la Libreria Di Pellegrini, que a menudo recibe visitas sorpresa. Para familias, la Isla de Literatura Infantil en el Lago Mezzo ofrece espectáculos de marionetas basados en clásicos italianos. Un consejo: deja 25 minutos entre eventos; moverte por los adoquines de Mantua lleva más tiempo del que parece, sobre todo si te detienes a probar el helado de Cremeria La Vetrina.
Lugares secretos y eventos que solo conocen los iniciados
Más allá de los escenarios principales, el alma del Festivaletteratura late en rincones inesperados. El jardín de Santa Maria della Vittoria acoge 'picnics literarios' donde los autores leen mientras los visitantes degustan el tradicional sbrisolona. Al anochecer, sigue las linternas hasta las bodegas subterráneas para disfrutar de 'Historias y Espíritus', una combinación de vinos de Lombardía y relatos temáticos. Los bibliófilos hablan del 'Barco Book Crossing', un intercambio flotante de libros en el río Mincio que sale del Ponte dei Mulini. Para una experiencia única, únete al 'Paseo Poe' a medianoche por los callejones más misteriosos de Mantua, con actores que representan cuentos góticos. Estas joyas no suelen aparecer en guías en inglés, pero siempre reciben elogios en los círculos literarios italianos.
Dónde alojarse para disfrutar del festival sin ruido
Elegir bien el alojamiento marca la diferencia entre una estresa estresante y una experiencia literaria inolvidable. Evita los hoteles cerca de la Piazza Mantegna: aunque céntricos, se llenan de ruido por los conciertos nocturnos. Mejor opta por palazzos reformados en Via Accademia, cerca de los eventos principales pero sorprendentemente tranquilos. El barrio histórico de Cittadella ofrece B&Bs con desayunos tempranos, ideales para quienes madrugan. Para viajeros con presupuesto ajustado, los monasterios como Casa Santa Paola ofrecen habitaciones sencillas con jardines perfectos para pausas literarias. La proximidad a alquileres de bicis es clave: pedalear te permite moverte entre eventos más rápido que caminando, con aparcamientos en todos los sitios importantes. Quienes vayan en coche deben reservar plaza en el Campo Canoa: su lanzadera te deja en el corazón del festival sin problemas de aparcamiento.