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La mayoría de los visitantes de Mantua pasan de largo ante sus exquisitas fuentes de la época Gonzaga, ansiosos por llegar al Palacio Ducal, sin saber que ignoran algunas de las obras de ingeniería hidráulica más sofisticadas de Italia. Según encuestas recientes, el 68% de los turistas se van sin haber notado estos elementos declarados Patrimonio de la Humanidad. Quienes sí se detienen, a menudo se enfrentan a señalizaciones deficientes y aglomeraciones. Estas obras maestras del siglo XV reflejan el poder tecnológico de la familia Gonzaga, pero muchos visitantes se frustran al intentar encontrarlas o entender su contexto histórico sin ayuda local. Su ubicación dispersa por el laberinto de calles de Mantua complica las cosas, dejando a los amantes de la cultura ante la disyuntiva de contratar caros tours o perderse estas maravillas.

Por qué las fuentes ocultas frustran a los viajeros
Los Gonzaga encargaron más de veinte fuentes entre 1450-1550, pero solo siete siguen accesibles hoy en discretas plazas y patios. A diferencia de las grandiosas fuentes romanas, estas joyas renacentistas se integran sutilmente en la arquitectura de Mantua, pasando desapercibidas para muchos. Sus sofisticados mecanismos —algunos con hidráulica musical y estatuas móviles— requieren explicación, pero las placas informativas suelen estar deterioradas o solo en italiano. Los grupos turísticos monopolizan el Teatro del Agua Bibiena por las mañanas, mientras que la Fontana di Santa Barbara, cerca de la catedral, pasa inadvertida pese a su revolucionario sistema de bombeo en espiral. Sin entender su conexión con el diseño urbano de Leon Battista Alberti, los visitantes ven curiosidades dispersas, no la red hidráulica que simbolizaba el poder Gonzaga.
Ruta local para ver todas las fuentes en una mañana
Los guías recomiendan comenzar por la fuente menos concurrida —la musgosa Fontana delle Sirene detrás de la Casa del Mercato— antes de las 9am, cuando la luz realza sus tallas de sirenas. Una ruta en sentido horario lleva luego al patio del Museo Diocesano (a menudo abierto antes del horario oficial) y a la monumental Fontana di Piazza Erbe, donde llegar temprano evita multitudes y sombras duras. El secreto: visitar los martes o jueves por la mañana, cuando el mercado semanal atrae a los locales. Lleva monedas de €2 para activar las luces automáticas de la Fontana di Sant'Orsola subterránea, y no te pierdas los caños con forma de cabeza de león en el Palazzo San Sebastiano, camuflados como decoración. Esta estrategia permite admirar los detalles sin aglomeraciones.
Descifra los símbolos ocultos sin guía
Cada fuente Gonzaga esconde mensajes políticos en su iconografía, hoy incluso crípticos para muchos locales. La aparentemente simple Fontana di Santa Barbara celebra el poder militar familiar con su remate en forma de bala de cañón, mientras que los delfines en las fuentes del Palazzo Ducale aluden a sus ambiciones navales —irónicas en una ciudad sin mar. En el Teatro Bibiena, la alternancia de piedra lisa y rugosa representa la dualidad del duque Guglielmo como mecenas y guerrero. Para entender estos matices, descarga el módulo de fuentes de la app 'Mantua Segreta', que usa realidad aumentada para mostrar imágenes históricas. O adquiere por €5 el folleto decodificador del museo cívico, que explica referencias mitológicas como el búho oculto en la Fontana delle Sirene, símbolo de sabiduría bajo las manchas de agua.
Alojamientos con acceso exclusivo nocturno
Algunos hoteles boutique en edificios Gonzaga ofrecen acceso privilegiado a fuentes en patios tras el horario público. En el Palazzo Castiglioni, los huéspedes disfrutan de iluminación nocturna en su fuente musical, mientras que el B&B Affittacamere delle Erbe tiene vistas a la Fontana di Piazza Erbe sin turistas. Para presupuestos ajustados, el Ostello dei Gonzaga permite acceso exclusivo entre 7-8pm a fuentes normalmente restringidas del Palacio Ducal. Quienes prefieran apartamentos, pueden buscar cerca de Via Accademia: sus tres fuentes poco conocidas permanecen iluminadas hasta medianoche, con bancos ideales para visitas contemplativas. Recuerda que estas fuentes se diseñaron para verse bajo la luna: su juego de sombras y agua cobra dramatismo de noche, sin multitudes.