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- Los 3 tesoros artísticos...
Muchos viajeros que visitan Mantua se pierden sus tesoros artísticos más impresionantes simplemente porque no saben dónde buscarlos. Mientras el Palacio Ducal atrae multitudes, el 72% de los visitantes se van sin descubrir las obras maestras escondidas en rincones menos evidentes. Esto significa perderse algunas de las obras renacentistas más notables de Italia, creadas para el exigente gusto de la corte Gonzaga. Es frustrante volver a casa y enterarse de que pasaste frente a una obra maestra de Giulio Romano o un Mantegna ignorado. Los locales conocen estas joyas artísticas, pero encontrarlas requiere explorar callejones sin señalizar y descifrar indicaciones limitadas. Para los amantes del arte, esta falta de información puede convertir una experiencia cultural profunda en oportunidades perdidas.

Las cámaras secretas del Palazzo Te que debes ver
Más allá de las salas principales del Palazzo Te, hay cámaras íntimas donde el genio de Giulio Romano se despliega sin multitudes. La Camera delle Aquile (Sala de las Águilas) presenta un impresionante trampantojo arquitectónico que hace parecer que el techo se abre al cielo, una técnica tan real que los visitantes instintivamente se agachan. Pocos notan la pequeña puerta que conduce al secreto Jardín del Sol y la Luna, donde frescos desvaídos revelan escenas mitológicas pintadas por Romano para la contemplación privada. Estos espacios fueron diseñados para el uso personal de Federico II Gonzaga, lo que hace su preservación aún más notable. Ve a la hora de apertura o durante el almuerzo, cuando hay menos grupos turísticos, para apreciar sin disturbios los delicados estucos y el subtexto erótico de la Loggia de David.
La obra maestra olvidada de San Sebastiano
La joya arquitectónica de Leon Battista Alberti alberga uno de los tesoros artísticos más ignorados de Mantua: la capilla funeraria de Andrea Mantegna. Aunque la iglesia en sí es un prodigio de proporciones matemáticas, muchos pasan por alto la discreta puerta que lleva a la capilla con la tumba original de Mantegna y fragmentos de sus frescos. El espacio parece detenido en el tiempo, con inscripciones del siglo XV y el emblema personal del artista aún visibles. Los estudiantes de arte locales suelen dibujar aquí, pues la luz matinal ilumina perfectamente los fragmentos del 'Bautismo de Cristo'. Un dato poco conocido: el sacristán a veces permite ver los bocetos preliminares de Mantegna guardados en la rectoría, ofreciendo una rara visión de su proceso creativo.
El patio secreto que une el arte antiguo y moderno
Escondido tras una entrada discreta en Via Accademia, el tesoro oculto de la Casa del Mantegna es un patio circular que une el pasado y presente artístico de Mantua. Mientras la planta baja muestra la precisión arquitectónica de Mantegna, la logia superior alberga exposiciones temporales de artistas modernos que dialogan con temas renacentistas. La mayoría de turistas solo fotografía el exterior, perdiéndose la provocadora yuxtaposición de técnicas antiguas e instalaciones contemporáneas. Es especialmente impactante cómo la luz matinal transforma el espacio: llega antes de las 11am para ver cómo el sol se alinea con el óculo, creando sombras dinámicas que cambian con las estaciones. El custodio suele contar cómo artistas del siglo XX, como De Chirico, encontraron inspiración aquí.
Cómo ver los frescos ocultos de Santa Maria della Vittoria
La pequeña iglesia de Santa Maria della Vittoria guarda el secreto mejor conservado de Mantua: un ciclo completo de frescos de principios del siglo XVI tras sus puertas casi siempre cerradas. Los historiadores del arte consideran estas obras clave para entender la transición entre Mantegna y Correggio. Aunque raramente abre al público, hay dos formas de verlas: coordinar con la oficina diocesana para sus visitas mensuales de conservación (gratis, pero requieren reserva por email) o ir durante la Settimana della Cultura, cuando todos los sitios normalmente cerrados abren sus puertas. Los colores vibrantes de los frescos se han conservado gracias a siglos de oscuridad, haciendo su revelación aún más impactante. Quienes insisten son recompensados: el sacristán suele compartir detalles fascinantes sobre los bocetos subyacentes recién descubiertos con fotografía infrarroja.